El sector de la hostelería en la actualidad es muy competitivo y los gestores de restaurantes no podemos dejar nada a la improvisación. Lo ideal es que pensemos en cada detalle y controlemos el máximo de cuestiones posibles, para que nada falle.
Entre los elementos que podemos utilizar para promocionar nuestro establecimiento y como potente instrumento de marketing, está la carta de menú. ¿Cómo convertirla en una poderosa herramienta promocional?
La comida entra por los ojos, también en el papel
Este viejo tópico de la cocina, que nos lleva a presentar un plato de la forma más sugerente y elegante posible, podemos también aplicarlo a la carta de menú. En principio debe ser sencilla, cómoda de leer, y visualmente llamativa. Se trata de conseguir la fidelización por parte de clientes y comensales, así como la captación de nuevos visitantes al establecimiento.
El marketing a través de las redes, de forma online, está demostrando su elevado potencial. Pero también es fundamental la promoción de tus platos, los productos que vendes en tu restaurante, y las técnicas y procesos empleados. Se denomina PLV, es decir, Publicidad en el Lugar de Venta.
Trucos para rediseñar el menú
Como vemos, la carta de menú de tu restaurante puede cumplir diferentes funciones. No solo a nivel práctico, favoreciendo la información al cliente, sino también como eficaz herramienta promocional y de marketing.
La creación de la carta
¿Qué consideraciones hay que tener en cuenta? Básicamente, las siguientes: cuál es el público objetivo que tiene el restaurante, su localización, las características del entorno que le rodea, el tipo de comida que ofrece, etc.
Lo siguiente sería analizar lo que se denomina “ingeniería de menú”, para localizar aquellos platos con un mayor margen de beneficio, además de los más populares y vendidos. Una vez identificados estos productos, se diseñará la carta de forma que sea realmente rentable para el restaurante.
El soporte también es uno de los factores más importantes de la carta. Debe ser un material firme, resistente, de una textura adecuada. Respecto de la tipografía, la letra será fácil de leer, pero que no exceda de tamaño.
La estructura de los platos debe marcar el orden de salida, es decir, el orden en que serán consumidos.
Algunos consejos interesantes sobre el marketing a través de la carta
- ¿Qué platos son los preferidos por tus clientes? Lo aconsejable es que los platos que tengas en la carta coincidan con las preferencias y los hábitos de tus visitantes y clientes. De esta forma te aseguras el consumo. Para conseguir localizar estos platos puedes hacer un análisis de ventas y definir los platos más populares y rentables en el tiempo. Después pueden destacarse en la carta, usando para ello las esquinas superiores o inferiores, el centro de la carta, etc., es decir, las zonas donde el cliente focaliza más su atención. En el sector se denomina “el Triángulo de oro”.
- Hacer más sencilla la elección. Los productos que se venden poco en tu restaurante, por más apetitosos o representativos que sean, o por más cariño que los tengan en la cocina, ocupan un espacio en la carta innecesario.
Está demostrado que la lectura de más de 7 platos seguidos en la carta de un restaurante puede causar ansiedad y desgana ante la dificultad de la elección. Cartas con varias páginas provocan un efecto negativo en los clientes, y un perjuicio general para la productividad del negocio.
La solución es contar con un menú fácil de leer, visual, atractivo, con lo más vendido y lo más demandado. Debe ser conciso pero suficiente, explicativo y detallado, pero sin cansar.
- La descripción de los platos. Como acabamos de ver, las descripciones de los platos venden de forma eficaz. No deben ser largas, sino contener el número adecuado de palabras. La elección de los términos es muy importante. Se trata de que las palabras sean tentadoras, que provoquen la salivación en el cliente mediante el marketing auditivo. No es solo dar información, sino generar el deseo de probar el plato.
Un buen truco es equilibrar la carta, teniendo en cuenta que tus clientes seguramente pedirán con mayor frecuencia aquellos platos que están detalladamente descritos. Puedes ofrecer más información sobre lo que te interesa vender, y un poco menos en aquellos platos que tienes siempre como comodín.
- Productos de temporada. Este tipo de productos se suelen vender bien, pues el cliente los asocia a un elevado grado de frescor, junto a la sensación de comer de forma saludable.
- El poder de los colores. Otra de las técnicas más importantes, relacionada con el marketing visual. Aunque no lo parezca, los colores producen importantes efectos en quien los mira, y más en el caso de la comida. Está probado que algunos colores como el naranja estimulan de forma especial el apetito, el verde se asocia a bienestar, lo ecológico y saludable, y el amarillo es un color que aporta diversión. En la medida de lo posible, hay que evitar los colores oscuros.
- La carta y el menú también en Internet. Hoy en día el primer paso que dan los clientes antes de acudir a un restaurante por primera vez, suele ser buscar información en la página Web correspondiente. Junto a los datos de localización, imágenes y fotos generales, está la opción de poner una buena imagen del menú y la carta, con platos y degustaciones irresistibles.
Las redes sociales
Es muy aconsejable colgar los menús en las principales redes sociales, sobre todo si se cambian a menudo. Además de informar de posibles cambios en la carta a los clientes, conseguiremos un efecto de impacto promocional importante. Facebook continúa siendo una red social de referencia para compartir información, novedades, vídeos, etc.
Otra red muy interesante es Instagram. Algunos restaurantes están creando simplemente una etiqueta, y después invitan a sus clientes a subir fotos de platos. Los propios usuarios son los que van creando el menú visual más demandado, más consumido.
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